Jackie Chan | 18 (51%) |
| Jet Li | 17 (48%) |
Sus padres eran muy pobres, tanto que tuvieron que pedir dinero a sus amigos para pagar la cuenta del hospital tras el nacimiento de su hijo. Trabajaban en la embajada Francesa, su padre como cocinero y su madre como ama de llaves. Desde pequeño, le fue enseñado el Kung Fu, ya que consideraban que el aprendizaje de las artes marciales ayudaría a fortalecer el carácter de Jackie Chan.
Cuando Jackie Chan tenía siete años, Charles, su padre, pasó a trabajar como jefe de cocina en la embajada de Estados Unidos en Australia, estimó que sería mejor para Jackie Chan el quedarse en Hong Kong y aprender una profesión, así lo matriculó en la Ópera de Pekín donde vivió durante los siguientes 10 años de su vida. Allí se formó con una férrea disciplina que no tenía principio ni fin, se instruyó en las artes del baile, interpretación, música y Kung Fu, donde fue capaz de aguantar hasta 19 horas diarias de ejercicio en esta rigurosa disciplina y debido a ello es como podemos disfrutar de sus acrobacias en sus múltiples películas, gracias al estricto entrenamiento que tuvo desde joven.
Uno de los ejercicios básicos que se realizaban desde pequeño era el de colocarse en sentadilla poniendo los cuadriceps paralelamente al suelo, como si estuviéramos sentados. Le colocaban dos tazas en los hombros y otras dos en los muslos y debían estar una hora en esta posición sin moverse. En el caso de romper la posición o de que cayera alguna de las tazas, se quedaban sin cena. Desde luego, antes de completar la hora, habían seguido una progresión desde hacía tiempo, pero ya conocemos de lo duros que pueden llegar a ser los entrenamientos orientales.
Chan realizaba sus propias escenas de acción y renunció al uso de dobles, cosa que le ha acarreado romperse la cabeza en numerables ocasiones, la mandíbula, los huesos de la mejilla, un hombro, la mayoría de los dedos de su mano, un tobillo y la nariz tres veces.
En sus películas es muy común que durante los créditos finales se intercalen tomas falsas de los cortes acrobáticos que Jackie Chan realizó mal durante la producción de la película.
Jackie Chan está considerado hoy en día como un maestro de las artes marciales y sus más fervientes fans le conocen como el rey del Kung Fu. Es embajador de la UNICEF, y además cuenta con su propia organización caritativa; ayudado por gente de todo el mundo, y por supuesto de sus fans, le envían comida, ropa y dinero (el propio Jackie Chan guarda ropa que le regalan las agencias de viajes) para que todos los años cuando llegue la Navidad, dar grandes cantidades de donaciones y caridad.
Jet Li nació en Pekín en 1963, su padre murió cuando sólo tenía 2 años de vida. A la edad de siete años empezó como artista en la Escuela Nacional de Danza de Beijing, donde fue seleccionado junto con veinte candidatos más por el maestro Wu Bin, entrenador de la Escuela Amateur de deportes de Pekín. Huérfano de padre, pero alentado por su madre, Jet Li practicó con dedicación. En 1974, a la edad de once años, entró en la leyenda al ganar el título de campeón nacional de Wu Shu. En los cinco años siguientes, consiguió cuatro veces más el título nacional, y se retiró invicto en 1979.
Tras la obtención de su primer título, se convirtió en una especie de embajador del Kung Fu, en numerosas giras de demostración que lo llevaron a Hong Kong, México y Estados Unidos donde fue recibido en la Casa Blanca por el presidente Nixon. Jet Li fue la superestrella de la China de los años 70 y 80. Incluso cuando el presidente Ronald Reagan visitó China, no olvidó darle la mano. La foto fue posteriormente publicada en la revista Times.
La industria del cine de Kung Fu quiso aprovechar la popularidad de Jet Li y le propusieron protagonizar una trilogía convertida hoy en mito: El templo de Shaolin (1983), Los herederos de Shaolin (1984) y Las Artes Marciales de Shaolin (1985).
En 1988, Jet Li se instaló en Hong Kong. A los productores de la colonia se les ocurrió hacer de Jet un nuevo Bruce Lee. Fue un error y en un par de películas los hizo salir del mismo. Su éxito se debe precisamente al hecho de que él no imita a nadie. Aunque actúe en un papel dramático, violento e invencible, no es un clon de Bruce Lee. Y aunque haga un papel cómico, divertido y sonriente, no es un clon de Jackie Chan. En los dos registros, dramático y cómico, sigue siendo Jet Li. Es considerado uno de los mejores practicantes de las artes marciales de wushu. Jet Li es a pesar de su notorio estado físico, de relativa baja estatura (1,69 m) y de rostro picado por acné que es cuidadosamente disimulado en sus actuaciones.
Fuente: wikipedia.
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