viernes, 21 de enero de 2011

Smaug el dorado (El Hobbit)

No leer más para quien no haya leido El Hobbit.



En el siglo veintiocho de la Tercera Edad, el mayor Dragón de la época atacó el reino de los Enanos en Erebor. Este Dragón de Fuego se llamaba Smaug el Dorado y era el último que quedaba de su especie en la Tierra Media. Era de color rojo, con alas como de murciélago y una piel de impenetrables escamas de hierro. Su único punto vulnerable era el vientre el cual estaba casi completamente protegido por un chaleco de gemas que se le incrustaron en la piel tras siglos de yacer sobre tesoros de joyas.

Aunque sus orígenes son oscuros, se sabe que había vivido en las Montañas Grises antes de ir a Erebor en el año 2770. Smaug arrasó el reino de los Enanos y durante dos siglos gobernó Erebor sin que nadie lo desafiara. Pero, en el año 2941 de la Tercera Edad, un grupo de aventureros llegó a la montaña: doce enanos y el hobbit Bilbo Bolsón. Cuando Smaug se vio hostigado por ellos, asoló con su fuego la región, pero en Esgaroth, sobre el Lago Largo, resultó muerto por un Hombre del Norte, llamado Bardo el Arquero.

Vale destacar que el nombre original que Tolkien habia pensado para Smaug era "Pryftan". El nombre Smaug es un juego filológico, de Tolkien, ya que significa "escabullirse a través de un agujero". Proviene del verbo smugan, del germánico primitivo. Esto lo explicó Tolkien en una carta escrita en 1938.

Smaug representó muchas de las características personales de los dragones. Era vanidoso, orgulloso y sobretodo, muy avaricioso. Lo que más ansiaba eran los grandes tesoros que yacían en la Tierra Media. Se creía invulnerable, como la mayoría de dragones. Su menosprecio hacia los rivales y su vanidad le condujeron a la derrota.


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