sábado, 29 de enero de 2011

La cárcel, último refugio de los ancianos japoneses

Roban para ir a la cárcel y huir de una sociedad individualista que los ignora | La pequeña delincuencia protagonizada por la tercera edad es un fenómeno en alza en Japón

El último informe anual sobre delincuencia de la policía japonesa ha sembrado la inquietud. Las estadísticas muestran que uno de cada cuatro japoneses detenidos por robar en el 2010 era mayor de 65 años. En 1986, cuando se empezó a confecciona este tipo de estadísticas, sólo uno de cada veinte japoneses detenido por hurto era mayor de 65.

Para los responsables policiales, el envejecimiento de la población del país no lo explica todo. Atribuyen este fenómeno a los cambios registrados en la sociedad nipona, mucho más individualista y dura que antes. Se ha roto la tradición ancestral nipona de reunir bajo un mismo techo a tres generaciones de una misma familia. Una situación que garantizaba a los abuelos que en la etapa final de su vida estarían bajo el cuidado de sus familiares más próximos. Este panorama ha dejado prácticamente de existir.

En los tiempos actuales, los más jóvenes abandonan el hogar familiar antes y a menudo se trasladan a otra ciudad en busca de un trabajo. Una coyuntura que provoca que las personas de la tercera edad se encuentren solas, desorientadas, aisladas de la sociedad que las rodea.

La soledad y la falta de recursos económicos son las principales razones que empujan a delinquir a este colectivo, cada vez mayor en la sociedad japonesa. Así parece demostrarlo una encuesta realizada el pasado año por la policía de Tokio entre un colectivo de mil personas sospechosas de dejarse atrapar con las manos en la masa. La mayoría de ellos habían robado alimentos o cosméticos por un valor inferior a los cuarenta y cinco euros.

Más de la mitad dijeron que no tenían “nada para vivir” y otro 40 ciento aseguró no tener amigos ni familiares. “Las personas mayores posiblemente roban no sólo por razones económicas, sino también por un sentido de aislamiento”, dijo un policía al diario Mainichi.

Y para huir de su soledad y del abandono de sus familiares, muchos de ellos han llegado a la conclusión de que el mejor sitio donde pueden estar es en la cárcel. Allí tienen un techo, comida caliente y compañía. “En el plan afectivo, en la prisión los ancianos son prisioneros mimados, mientras que la sociedad exterior es muy dura con ellos”, ha declarado recientemente Saito, que ha salido hace poco de la cárcel, a la emisora France Inter.

Ante el aumento de la población carcelaria de la tercera edad, las autoridades japonesas han decidido adecuar las instalaciones. Así, por ejemplo, una planta entera de la prisión de Onomichi, cerca de Hiroshima, ha sido adaptada a las necesidades de estos reclusos. El gobierno ha decidido, asimismo, dedicar cien millones de dólares a la construcción de espacios similares en otros tres establecimientos penitenciarios. “Debemos facilitarles el mismo tipo de atenciones que en una residencia ordinaria”, declaró un funcionario de prisiones a Associated Press.

En la cárcel, no sólo encuentran cuidados y nuevas amistades, también tienen que cumplir obligaciones. En la prisión de Onomichi, por ejemplo, tienen que trabajar seis horas diarias, dos menos que los reclusos ordinarios. Un ambiente que prefieren a la indiferencia con que les trata la sociedad exterior.

2 comentarios:

  1. Una vez vi en el discovery que uno de los motivos que los japos hacian robots humanoides era para que en un futuro no muy lejano pudiesen cuidar de los anciandos ya que tenian un indice de mortalidad tan bajo que llegaria un punto q no quedarian jovenes para atenderlos ni residencia.

    Pos aqui es cuando la tecnologia no avanza tan rapidamente y los japos empiezan a sentirse excluidos de la sociedad... y como en japon apostaria que en todas las ciudades freneticas tipo londres, madrid, berlin... donde la vida en si es puro estres este tipo de cosas va a seguir en auge!!!

    ResponderEliminar
  2. No conocía este fenómeno. Pero supongo que es la parte negativa de una sociedad tan competitiva como al japonesa.

    El nivel de vida es de los más altos del mundo, porque ahí todo el mundo quiere ser el mejor en lo que hace. Luego, cuando llegas a una cierta edad, donde ya no rindes igual, y no sabes qué hacer, porque has sido adicto a tú trabajo, tienes un vació existencial brutal.

    La mayoría de suicidios en japón es de gente mayor de 60 años. Lo mismo pasa con esta otra gente, que se ven viejos, pero no tan viejos como para morir. Aún les quedan como 20 años más si tienes 60 y la media de muerte está en 80...

    Yo creo, que la solución no es potenciar la robótica para ayudar y cuidar a los ancianos, o a los propios científicos en unos años, sino que deberían educar más a la población a saber disfrutar en sus ratos libres de las aficiones que tengan..

    ResponderEliminar

LinkWithin