1. Un gato siempre cae sobre sus patas. Da igual de donde y cómo lo tires, caerá sobre sus patas.
2. Una tostada untada de mantequilla siempre caerá por el lado de la mantequilla.
Entonces, ¿qué pasaría si ataramos una tostada untada de mantequilla en la espalda de un gato y lo tiraramos de un tercer piso?
El gato caería de forma normal hasta que estuviera a punto de tocar el suelo, donde, como dice el postulado número 1, rotaría y caería sobre sus pies. Sin embargo, si seguimos lo que dice el postulado número 2, la tostada debería caer por el lado untado de mantequilla. Entonces, tenemos que el gato comenzaría a dar vueltas a un metro del suelo, de forma ilimitada. El gato y la tostada untada de mantequilla entrarán en un sorprendente estado de ingravidez.
Aquí una serie de imágenes y vídeos que explican más detalladamente esta complicada paradoja:
DE PUTA MADREEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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