En el último año el número de viviendas nuevas sin vender en España apenas se ha reducido, continuando en 700.000. A pesar de esta cifra, los precios han sufrido una caída muy inferior a lo esperado.
Tres años después del inicio de la crisis, la bajada del precio de la vivienda nueva es del 12,1%, desde sus máximos, mientras que para la vivienda de segunda mano la caída desde sus máximos es de un 29,3%. Este desequilibrio está provocado fundamentalmente por la parte de la oferta.
En el mercado de segunda mano la oferta está segmentada en miles de vendedores, mientras que para la de viviendas de obra nueva está controlada por un número muy limitado de vendedores. En un principio, la oferta del mercado de obra nueva estaba exclusivamente en manos de las inmobiliarias, pero tres años después del inicio de la crisis el mercado ha pasado a estar controlado por la banca, bien porque los pisos son de su propiedad o bien porque son los accionistas de referencia en las pocas inmobiliarias que continúan en activo.
La táctica que están siguiendo los bancos es estrangular la oferta de vivienda para poder controlar la caída de los precios y no ver así afectados sus balances, ya que según el último informe del Banco de España, las entidades financieras han facilitado 308.425 millones de euros en crédito relacionado con actividades inmobiliarias.
Las provisiones que tendría que realizar la banca, tanto para poder cubrir las pérdidas por la depreciación de las viviendas adjudicadas que tienen en balance como las provisiones genéricas por su cartera viva de préstamos, dejaría el core capital de los bancos muy por debajo del límite legal -en algún caso llegaría a ser en negativo- lo que obligaría a recapitalización masiva del sector.
Una vez vista esta manipulación del mercado inmobiliario –evidentemente, algo prohibido por ley-, nos preguntamos, ¿ha sido una buena o una mala estrategia por parte de las entidades financieras?
La perspectiva que nos da el haber pasado los tres años que llevamos de crisis nos permite concluir que, la estrategia seguida por las entidades financieras ha resultado nefasta. Una recapitalización masiva de la banca en el año 2008 hubiera sido factible dado que la prima de riesgo se mantuvo casi siempre por debajo de los 50 pb. Hoy, con una prima de riesgo cercana a los 350 pb es imposible plantearse una recapitalización de tal magnitud.
Enlaces de interés:
Putas cerdas, que salte la banca!
ResponderEliminar